La ansiedad por separación es un trastorno del comportamiento caracterizado por signos de angustia, que se presenta cuando los perros afectados están solos o separados del propietario. Un 14 % de los perros lo puede presentar.
Los signos que se pueden observar son: destrucción, vocalización, suciedad, excavación, hipersalivación, etc.
El comportamiento de un animal suele ser muy distinto cuando está junto a su familia que cuando se encuentra solo. Generalmente el dueño evidencia este tipo de comportamiento cuando retorna al hogar. Puede inculpar al resentimiento, etc. Esto desgasta la relación humano – mascota y puede ser una causal de abandonos, entrega en refugios etc..
¿Qué factor la desencadena?
No se conoce la causa específica que provoca el problema. Puede ser hereditaria; de la crianza de ejemplares más afectuosos y socialmente más dependientes de los seres humanos. Se suele convenir que la hipervinculación mascota – propietario puede ser una causal. Pero muchos perros con hipervinculación con sus amos no sufren ansiedad por separación. Al igual que muchos con ansiedad no tienen hipervinculación con sus dueños. Se cree que la hipervinculación puede ser un factor predisponente más que la causa.
Las manifestaciones de la ansiedad por separación puede presentarse con un sin número de variaciones. Ejemplo algunos perros toleran las salidas regulares ( trabajo ) de sus dueños, pero no las irregulares ( salidas nocturnas, etc.). Otros la sufren los días lunes, después que pasaron el fin de semana junto a sus dueños. Algunos se tranquilizan solo con la presencia de sus propietario y otros con la sola presencia de cualquier persona.
El tratamiento se basa en tres puntos:
Manejo del ambiente
Modificación conductual
Farmacoterapia
Manejo del ambiente:
Los cambios en el ambiente y el estilo de vida del dueño pueden disminuir la expresión de la ansiedad por separación.
El propietario no debería dejar solo al animal las 2 o 3 primeras semanas que se establece la terapia.El juego y la actividad física deben aumentar.
Cuando el propietario sale se le debe dar un comestible o juguete masticable, para entretenerlo y cuando regresa se lo retira.
Los cambios ambientales como apagar luces, televisor, radios, buscar llaves , etc. deben ser realizados 30 minutos antes de la partida. Ya que hay actividades que aunque el propietario no se percate, son los factores que disparan la ansiedad por separación.
La adopción de otro perro para que le haga compañía no suele mejorar la ansiedad, es más ésta puede suceder en más de un animal de la casa.
Modificación conductal:
El castigo retrospectivo de las cosas que hizo el animal ( destrucción, evacuación ) durante la ausencia del propietario deben ser evitados, ya que no lo hacen por rencorosos sino por la ansiedad por separación y si se aplica castigo quizás se este reforzando aun más los signos de la ansiedad.
El propietario debe evitar saludar, acariciar o hablar con la mascota 30 minutos antes de la partida ya que la transición entre la presencia a la ausencia del propietario debe ser lo menos marcada posible.
Al regresar al hogar el propietario debe saludar al animal pero no interactuar con él hasta que se tranquilice. En general se debe premiar el comportamiento obediente y tranquilo e ignorar la conducta excitada y ansiosa.
La interacción debería ser solo cuando el propietario inicia la atención e ignorar al animal cuando éste llama la atención.
Al regresar el dueño al hogar debe mantener al animal a cierta distancia evitando el contacto estrecho. Se supone que esto motiva la independencia de carácter y desalienta la hipervinculación.
Para desensibilizar al animal de los actos relacionados con la partida del hogar, el propietario debería identificar los factores que desencadenan la ansiedad por separación y luego ejercitarlos sin dejar solo al animal. Se debe comenzar por uno y realizarlos varias veces al día, durante varias semanas. Si el animal comienza con la excitación debe ser ignorado. Luego se van agregando otros factores , pero nunca se debe abandonar la casa. Ejemplo: primero se comienza con llaves, luego bolsos, etc. Se toman y luego se dejan y se sigue con actividades del hogar no relacionadas con la partida.
Se comienza a entrenar al animal con sesiones breves de 5 a 15 minutos donde se le ordena permanecer en determinadas zonas. Cuando el propietario regresa lo hace con una recompensa , bocados , galletas, etc. Estos actos pueden ser acompañados de música, radio, etc.
Luego se comienza con alejamiento y luego partidas breves que se van prolongando en el tiempo.
Farmacoterapia:
Reducen la estimulación y la ansiedad durante los ejercicios de modificación conductal. Se usan antidepresivos y/o ansiolíticos.
Cabe recordar que la ansiedad por separación una vez tratada puede recurrir y el animal suele ser más refractario a los tratamientos con cada recurrencia.
La ansiedad por separación es una condición tratable. El máximo éxito se logra con un plan combinado donde se cambia el ambiente, se modifica la relación entre el propietario y el perro mediante la terapia conductal y se proporciona tratamiento médico.
La pronta implementación de un plan terapéutico aumenta la probabilidad de éxito, evitando el desgaste del vínculo humano – mascota que puede llevar al abandono.
Fuente: www.foyel.com