Se llama mascota a los talismanes u objetos a los que se atribuye la propiedad de dar buena suerte o de ejercer influencia benéfica sobre su poseedor. También se llama así a los animales domésticos de compañía, debido a que en cierta época se les atribuyó el poder de ejercer un influjo positivo sobre sus amos, creencia que hoy se ve confirmada por la medicina y por la psicología.
La palabra llegó al español procedente del francés mascotte ‘amuleto’, proveniente del occitano mascota ‘hechizo’, ‘embrujo’, que se derivaba, a su vez, de masca ‘bruja’, palabra de origen germánico o celta, también hallada en máscara.
Fuente: Elcastellano.org