Todo perro necesita realizar ejercicio en forma diaria, para gastar las energías, disminuir ansiedades, fortalecer los músculos, etc. Además es una práctica grata para el propietario de salir a pasear con su mascota. En algunos casos es recomendable para prevenir trastornos de conducta.
Pero en con algunos animales el problema se presenta en forma inmediata ya que tiran demasiado de la correa. Esto pronto hace que las caminatas placenteras se transformen en un suplicio para el dueño. Este deja de realizarlas con frecuencia. Y cada vez que intente retomarlas el animal a acumulado en alto grado de ansiedad durante el período de encierro, entonces al sacarlo cada vez tira más. Esto se hace un circulo vicioso de encierro – paseo – tirar de la correa cada vez más. Lamentablemente este tipo de problema lleva a un desgaste de la relación mascota – propietario.
Mucho de estos animales son considerados como tipo lideres. Por lo tanto siempre que realicen una actividad con los dueños tratan de tomar la iniciativa. A su vez al solucionar este trastorno se puede prevenir la aparición de otros problemas de conducta, como la agresión.
Hay diferentes tipos de accesorios para sacar a pasear a las mascotas , estos son : pretales, collares fijos y de semiahorque, etc. Estos son los que se utilizan con mayor frecuencia. Como característica se consiguen fácilmente en el mercado, no necesita el propietario mucho entrenamiento para usarlos y las mascotas se acostumbran en forma rápida a su uso. Como desventaja es que es muy común que los perros tiren de la correa con ellos.
Para la corrección de los perros que tiran de la correa, se suele usar 2 tipos de collares: de ahorque y tipo cabestro. A su vez para mejorar los resultados obtenidos se debe someter al animal a un entrenamiento de obediencia.
Los fundamento para el uso de este tipo de collares es que el de ahorque solo tiene una función física. En cambio el tipo cabestro tiene 2 correas que le causan una inhibición por dominancia al animal. La correa 1 se ajusta al cuello y ejerce el control ,como lo hace la madre cuando toma a los cachorros. Y la correa 2 se ajusta en el hocico y es el punto de control que ejercen los líderes de las jauría sobre los subordinados.
Estudio comparativo
Fue realizado por el Dr. Gerzovich Lis, especialista en etología y Comportamiento animal Se comparó los resultados obtenidos al usar collares de ahorque y tipo cabestro en la corrección del problema de los perros que tiran de la correa.
Collares de ahorque:
La adaptación al uso es rápida. Son comunes los efectos indeseables como: sofocación, ahogamiento, tos, etc. Esto se presenta en el 55 % de los casos. Algunos perros mejoraron (25%), pero la gran mayoría (75%) no pudieron corregir el problema. Si a estos mismos animales que no corrigieron se los somete a un entrenamiento y se le enseña al propietario el correcto uso del collar de ahorque el 70 % aprende a no tirar de la correa. Los efectos indeseables (sofocación) desaparecen. Pero el 30 % no mejoró la conducta y siguió tirando. Y si los propietarios insistieron en tratar de enseñarles los efectos indeseables llegaron hasta lastimaduras y depilación en la zona del cuello donde asienta el collar.
Collar tipo cabestro:
Los animales presentan algún tipo de dificultad para adaptarse a este tipo de collar. Esto se manifiesta por los intentos continuos del animal de tratar de sacárselos. La mayoría de los propietarios (75%) manifestaron que pudieron controlar a sus animales y pasear correctamente. Aunque algunos aludieron que sus perros cada tanto seguían intentando sacarse el collar. Los otros (25%) tuvo dificultades durante las caminatas, a tal punto de tener que suspenderlas. Esto fue por los intentos obstinados de los animales de querer sacarse el collar y por lo tanto no avanzar. Si a estos últimos se los somete a un entrenamiento de obediencia y se le enseña al propietario el correcto uso del cabestro la gran mayoría (90%) solucionaba el problema y podía realizar una correcta caminata. Solo la minoría (10%) no mejora y sigue realizando frecuentes intentos de quitarse el collar y debieron suspenderse las caminatas. Luego a los que fracasaron con el intento de corregir el problema con collar de ahorque se les dio para que usaran el collar tipo cabestro y los resultados fueron una corrección en la mayoría de los casos del problema. Ahora cuando se hizo al revés, a los que no anduvieron con el collar tipo cabestro se intento con collar de ahorque siguió sin poder mejorarse el problema.
Conclusiones:
El collar tipo cabestro mejora la conducta en un alto porcentaje de los animales y tiene menor efectos indeseables. El collar de ahorque tiene la ventaja de que el animal se adapta más fácilmente al collar y es más aceptado por los propietarios, pero necesita un entrenamiento de obediencia por un adiestrador profesional para que el animal mejore significativamente su conducta de tirar de correa.-